Llego la Navidad! Es tiempo de compartir lo que se ha vivido y de renovar las esperanzas del porvenir incierto. Suena una gaita viva la fiesta de vivir, se celebra el momento del encuentro, de la amistad, del amor. El cuerpo abandona la tristeza y la soledad y se vuelca, entusiasmado, a la celebración festiva. La mesa familiar está servida.