
Orígenes
Los orígenes del ñame se encuentran tan atrás en el tiempo, que la información que se tiene del mismo resulta ser bastante escasa. Y es que se cuenta que posiblemente arribó a las Islas Canarias en el barco de alguna tripulación de viajeros.
A sabiendas que este es de origen norteafricano, cultivándose desde hace 8000 años aproximadamente. Mientras que en América se cultiva desde la época precolombina. Bastante antiguo, ¿verdad?
Propiedades
El ñame posee una gran cantidad de propiedades buenas para el óptimo funcionamiento corporal; entre las cuales se encuentran minerales como el potasio y manganeso, de los cuales es bastante rico.
Y que colaboran para generar la sensación de saciedad, mejorar el funcionamiento del sistema nervioso, provocar mayor vitalidad y darle fuerza al cuerpo mientras lo energiza.
Asimismo, presenta vitamina A, las del complejo B y vitamina C. Gracias a las cuales ayudan al manejo de la visión, evitan problemas de corazón y pulmones, mejoran el sistema inmune; contribuyen a la formación de glóbulos rojos, disminuye los síntomas de ansiedad y participa en la generación de tejidos.
Pero espera, porque aún hay más. Y es que al presentar fibra, regula el tracto intestinal, tal como disminuye los niveles de colesterol intestinal.
Aparte de considerarse un antiespasmódico de la naturaleza ampliamente usado en casos donde haya tensión muscular en alguna zona del cuerpo. Y como también actúa como anticoagulante y antiinflamatorio, muchas veces su presencia es sanadora en casos de dolor menstrual.
Finalmente, se le atribuyen méritos en el cuidado de la piel, artritis, gota, reumatismo y fiebres altas.