Historia del plato
El origen de estos granos viene de América. Representando un cultivo muy antiguo, que era aprovechado por los aborígenes de la zona.
Y según conocedores del tema, se dice que apareció por primera vez en la América Andina y en Mesoamérica.
En cuanto a su historia, una vez que los nativos se dieron cuenta de que eran consumibles, el cultivo fue exorbitante, y este se expandiría poco a poco por todas las zonas de América, convirtiéndose en un gran alivio para el sustento de las tribus.
Fue así que con el pasar de los años, ya el caldo de caraotas era muy común entre los indígenas. Y justo en su mejor momento, llegan los europeos al continente americano
Quienes además de traer comida del viejo continente, veían con buenos ojos el llevarse algunos cultivos, y formas de elaboración de muchos platos que conocemos en la actualidad.
Y entre dichos cultivos que tanto gustaron, estaban las caraotas negras. Las cuales seguirían evolucionando como platillo, hasta volverse un plato reconocido internacionalmente, como típico en Venezuela.
Características y beneficios
Otros de sus nombres son «porotos» y «habichuelas». Que pueden prepararse ya sea como un relleno, caldo o frito.
También es un plato que compagina bien con muchos ingredientes, como tomate, cebolla, ajo, apio, calabaza, yuca, pimentón, ají, zanahoria, carne y existen personas que le agregan azúcar, se suele servir acompañado de arepa, arroz e incluso hay quienes les gusta mezclar caraotas negras con pasta.
Y como la cereza del pastel, estos granos son muy saludables y nutritivos, ya que contienen mucha fibra. Ayudando a prevenir el cáncer, así como distintas enfermedades cardiovasculares.